
Sandra Martinez, a la voz
Mundialmente conocida como «La Cuñáaa» me ha ayudado de nuevo a la voz, como ya hizo en «Mi Ultima Curva«
Alba nació en 2009 y este tema lo empecé en 2014, como homenaje a mi preciosa y amada hija pequeña. Casi 10 años después, por fin me he decidido a terminarlo, a meterle letra e incluso a cantarlo. Reto complicado, porque no me convence mucho mi voz y la iba a dejar instrumental. ¡Gracias Eduard, por animarme!
Trato de expresar ciertas sensaciones que van cambiando, desde que Alba nació hasta el momento actual, 14 añitos tiene la criatura. En esa plena adolescencia donde ahora se encuentra, un enorme flujo de cosas pasa por su cabeza, cambios cerebrales y hormonales junto a cambio de país de residencia (Alemania->España), que complica la situación en este proceso vital que no es fácil de asimilar para ella.
A veces uno piensa, «¿Quién me ha cambiado a esta niña? ¿Dónde está esa niña que era tan dulce y cariñosa de pequeña?» En fin, cosas de la vida…
En la parte final, doy una mirada de esperanza al futuro, donde espero vuelva a su esencia que tanto me cautivó.
Soy muy de cambiar los nombres de todo, herencia de mi querido padre. En esta ocasión Alba se desvió a Albarilda, luego mi querida mujer lo derivó una vez más a Rildu, nombre cariñoso que usamos desde entonces para dirigirnos a ella. Y de ahí el nombre de la canción.
Sandra, mundialmente conocida como «La Cuñáaa», me ha ayudado de nuevo a la voz, como ya hizo en «Mi Ultima Curva«. Fue la que me animó a terminarla, pues quería que la presentáramos a un concurso en Instagram, #musicaconernergia. Ese concurso es el que nos marcó una fecha límite del 12 de Julio de 2023 para terminarla y presentarla.
El gran reto final fue involucrar a mi nuevo amigo Eduard Stepaciv (gracias a su novia y amiga infinita Rocío Sánchez), para que nos montase un vídeo en tiempo record. Él iba en tiempo real desde Barcelona editando el vídeo, mientras nosotros íbamos grabando las pistas de audio de la canción. No puedo estar más que agradecido a Eduard por el empuje, dedicación, pasión y cariño que le ha puesto al proyecto desde el minuto uno, para terminarlo a tiempo, incluyendo noches sin (casi) dormir. Espero sean los cimientos para un bloque colaborativo de futuro. Muchas gracias, AMIGO.
Rocío, mi querida mujer, tiene también su granito de arena en el proyecto, ya que me ayudó cuando estaba empezando la letra y sin apenas ideas interesantes, a madurar la parte inicial de la canción. Muchas gracias amore!!!
No me despido sin agradecer también a mi sobri Naiara, que estuvo a los mandos de la grabación de vídeo. No habría sido posible esto sin ti, Naia.
En fin, que espero disfrutéis la escucha tanto como yo lo he hecho en la creación. Y sin más aquí tenéis el vídeo de Instagram: